África
Los nigerianos llegaban invictos al encuentro, tras haber sumado siete puntos de nueve posibles, mientras que la selección de Rigobert Song llegaba después de haber pasado como segunda de grupo de forma agónica.
En la primera parte, ambas Selecciones comenzaron presionando en campo rival, pero poco a poco la delantera nigeriana fue encontrándose más cómoda. El equipo de José Peseiro buscaba los contraataques partiendo del desborde de sus carrileros Aina y Zaidu. Nigeria tuvo varias ocasiones de gol, pero la defensa de Camerún frustraba esos ataques. Tras una triple ocasión en la que Fabrice Ondoa impidió el gol heroicamente, el último rechace le quedó a Ajayi en el área pequeña para que con comodidad pusiese el 1-0 en el marcador. Tras la intervención del VAR, el tanto fue anulado por fuera de juego posicional de Osimhen en la jugada.
En la segunda parte, las dos selecciones volvieron eléctricas del descanso, intentando robar rápido y hacer daño a la contra. Una de esas acciones propició una falta peligrosa en el borde del área camerunesa que Lookman envió el balón por encima del travesaño. No se rendía Camerún, aunque estaba más cerca el segundo tanto nigeriano que el empate. Conforme avanzaban los minutos, Camerún empezó a tener más la posesión y Nigeria no tuvo otra opción que dar un paso atrás. Por ello, Rigobert Song decidió apostar por Aboubakar para llevar el encuentro a la prórroga.
No todo fue fácil para Nigeria, ya que en un choque entre Nkoudou y Nwabali, el portero terminaría abandonando el campo por lesión y fue sustituido por Francis Uzoho. Camerún buscaba la épica y se volcó al ataque, pero en una gran combinación por banda izquierda, Ughelumba asistió a Lookman para poner el 2-0 definitivo en el partido. El tanto fue un verdadero jarro de agua fría para Camerún, que creyó en la victoria hasta el último momento.
