Jade Boho Sayo cuelga las botas (Valladolid, 1986). La mítica delantera hispano-ecuatoguineana, con más de 20 temporadas a su espalda, ha jugado este martes el último partido de su carrera deportiva. Después del pitido final del Alhama 0-4 Atlético, la futbolista ha sido manteada y homenajeada por sus compañeras de equipo y profesión. La propia Jade lo confirmaba en rueda de prensa: “Lo que habéis visto era mi retirada”.
“Voy a colgar las botas, comenzar una nueva etapa en mi vida, lo hago con toda la tristeza del mundo porque físicamente me encuentro muy bien, pero una tiene prioridades y tiene que tomar decisiones duras. Un sueño por cumplir fue haber podido participar en aquellos Juegos Olímpicos famosos en los que estábamos clasificadas y jugar un Mundial, que sabéis que también me merecía jugar un Mundial pero fui sancionada», dijo la futbolista con el Nzalang al diario AS.
Recuerda. «Fui campeona de África, he ganado títulos y más no puedo pedir, estoy segura. Del homenaje no tenía ni idea, lo han hablado entre ellas y ha surgido así. No me lo esperaba para nada. Aunque esté bien físicamente, quiero dar prioridad a mi vida personal. Me ha mermado mucho estar lejos de casa. Necesito asentarme, necesito esa estabilidad de estar en casa”.
Controversia: “Nosotras hemos sido profesionales. hemos ido a entrenar como cada día, hemos ido a jugar cada día y hemos dejado de lado esas cosas negativas que rodeaban al vestuario. Hemos sacado fuerzas de donde no las había. Cuando firmas un contrato tienes que ser profesional y cumplirlo de la forma que sea”.
Racismo: “Hay racismo en el fútbol español y en cualquier parte del mundo. Es más palpable en unos campos que otros, pero no es una cosa puntual ni solo en España pasan estas cosas”.