Los octavos de final entre Cabo Verde y Mauritania terminaron con la clasificación de los Tiburones Azules. El nivel de juego mostrado por las dos naciones hizo de este partido uno de los más importantes de la CAN 2023.
Los Tiburones Azules y los mauritanos ofrecieron ayer noche a los mas de 16.088 espectadores del Estadio Felicia, el mejor partido hasta el momento, tanto en intensidad como en técnica, según alguno periodistas y analistas deportivos.
Desde el punto de vista táctico, físico y técnico, los caboverdianos y mauritanos estuvieron muy por encima de las expectativas.
La circulación del balón, la fluidez, los ataques colocados, las ubicaciones, los movimientos, los solapamientos, las sustituciones, todo se hizo con inteligencia y precisión técnica.
En las estadísticas, los dos entrenadores, Pedro Brito y Amir Abdou, utilizaron la misma filosofía de juego, como el estiramiento de las líneas y el cierre de los ángulos de pase e hicieron que estos octavos de final fueran espectaculares.
El larguirucho portero mauritano Niasse Babacar y su homólogo caboverdiano Josimar Dias, tuvieron una gran noche con mucha maestría técnica y habilidad.
Esta 34ª Copa Africana de Naciones es el gran despertar de las pequeñas naciones futbolísticas. Los grandes como Egipto, Ghana, Argelia y Túnez han pagado el precio.